Rizando el rizo (II) : cuando el cliente perjudicado de la mala praxis de un abogado es su propia familia
Aunque lo que se relata en el artículo que a continuación se postea sea una excepción, pues vaya por delante que la mayoría de los abogados ejercen la profesión de una manera honesta y eficiente, a veces hay casos en los que el abuso de la confianza depositada en el abogado es mayor puesto que el cliente es su propia familia de forma que la tentación a la hora de abusar de la misma y sacar partido del encargo profesional, puede dar lugar a situaciones tan rocambolescas como la de la noticia.
Al parecer, la abogada no pudo resistir la tentación de quedarse con toda la herencia de la que, junto a sus hermanas y a su madre, era beneficiaria, apropiándose gracias al poder que le habían otorgado para gestionar la división y reparto de la misma, con el dinero que había en una cuenta corriente.
Lógicamente no nos encontramos ante un supuesto de error o negligencia profesional sino ante un delito intencionado, esto es, cometido con el ánimo de apropiarse la cantidad de dinero que tenía que gestionar, con la particularidad de que al considerarse su comisión en el ámbito de una actuación profesional, la compañía de seguros no cubrirá esas cantidades para el caso de que la abogada sea insolvente y no pueda restituir al resto de las coherederas su parte de la herencia como se establece en la sentencia condenatoria.
Por terminar y como decíamos al principio, se trata de un supuesto anómalo por infrecuente, probablemente se deba a alguna "situación" en la que la abogada necesitaba urgentemente el dinero puesto que, conocedora como se le presupone, del derecho y de los mecanismos de la Justicia, tarde o temprano se descubriría el destino del dinero.
No es porque el crimen perfecto exista o deje de existir, pero en este caso su perpetración no dio lugar a dudas a la hora de la averiguación y condena del criminal.